Capitulo 3:

Hola otra vez! Como les dije les dejo otro capitulo. Gracias por sus amorosas firmas! Ahahah, me voy a enviarles por correo la nove asì que nos vemos. Espero que mañana tengan un gran día. 

Dios las bendiga a todas ^^ Javi. 

Otra cosa, en caso de que no les hayan llegado los capis contactense conmigo en twitter y me dicen cualquier cosa. 

Capitulo 3:

Una mañana más desperté en casa de un desconocido. Sentía  dolor no solo de cabeza sino también en la boca, que al frotármela descubrí que estaba hinchada y en los brazos. Entonces recordé lo de la noche anterior y me levanté de golpe quedando sentada en la cama. El dormitorio tenía un toque  hogareño pero a la vez estaba decorado con una chispa juvenil y todo- los cuadros, los muebles y algunos detalles- encajaban perfectamente. Corrí las sabanas y el cobertor hacia atrás para levantarme y me di cuenta que llevaba puesta una camiseta negra que me quedaba enorme y que tenía un aroma de hombre cautivador. Intenté recordar si me había acostado con alguien pero no servía de nada porque la ultima imagen que tenía era la de antes del choque y luego... no sé de donde escuché la voz de un hombre que me ayudaba... Peter. Abrí la puerta con lentitud y caminé descalza hasta el “mini bar” porque tenía un hambre increíble pero me detuvo la presencia de un hombre que estaba preparando el desayuno. Lo miré con atención mientras me apoyaba en la pared ya que al parecer él no me había visto. Su pelo estaba húmedo  y a pesar que no llevaba precisamente terno sino una camisa desabrochada en el primer botón, sin corbata y un jeans negro en vez de pantalón de tela se veía elegante aunque también relajado y sexy. Tenía el pelo castaño, ojos entre verde y marrón- no los alcancé a divisar con exactitud- algunos lunares en la cara y definitivamente un toque de no sé qué pero muy, MUY encantador.

-Ya despertaste- dijo una vez que me sorprendió observándolo

-Ss...Si- titubee porque por alguna razón sentí vergüenza

-Yo tengo que irme a trabajar pero puedes desayunar antes de irte. Ah, y por cierto, tienes que echarte la cremita que dejé encima de la mesa en lo labios porque anoche se te hinchó bastante. Yo te apliqué un poco...

-¿Qué paso después del choque?- pregunté interrumpiéndolo

-Te traje a mi departamento. Estabas inconsciente así que con un amigo intentamos reanimarte en mi auto pero no hubo caso, Al rato después llegaron los policías y tomaron detenido a tu amigo que por surte no tuvo más que algunos rasguños. Eso si creo que tendrá que pagar los daños

-David tiene suficiente dinero- comenté como para mi.

-Te traje aquí y por fin abriste los ojos pero volviste a dormirte. Creo que estabas algo ebria. Te quite la ropa- río por la cara que puse- tranquila, tenías un poco de sangre en el cuerpo así que te limpié y te puse una de mis camisetas.

-¿Y tú donde dormiste?  

-En el sofá- contestó encogiéndose de hombros

-Entonces no... No tuvimos sexo- en realidad el comentario era como para mí pero lo dije en voz alta

-No- sonrió- Tengo que irme- caminó hasta el living para tomar sus cosas- Puedes llevarte la cremita si quieres para que te hagas curaciones. Y... no es que yo sea terapeuta ocupacional ni nada por el estilo pero... la droga no te lleva a ninguna parte. He estado observándote estos días y no creo que el acostarte con un tipo diferente cada noche...

-¿Has estado observándome?

-Si. Bueno, en realidad es prácticamente imposible no darse cuenta de tu presencia en la disco.

-Pues yo no te había visto a ti.

-Entiendo. Es más fácil darse cuenta de tu presencia que de la mía.

-Como sea, no deberías dejar en tu casa a una drogadicta. Más que mal estoy dispuesta a cualquier cosa por conseguir un poco de cocaína así que perfectamente podría robarte algo ¿no crees?

En realidad nunca le robaría algo a alguien, de hecho tenía el suficiente dinero para no necesitar hacerlo pero quise hacerle la pregunta para saber de que tipo de hombre se trataba

-No lo harás.

-¿Cómo lo sabes?

-Porque confío en ti.

Me dio un vuelco el corazón cuando dijo esto, la última vez que alguien me dijo que confiaba en mí... en realidad nunca me lo dijeron ¿Pero Peter, que ni siquiera me conocía lo hacía...? Imposible.

-No deberías. ¿Acaso nunca te dijeron que ni siquiera confiaras en tu propia sombra?

-Tengo que ir a trabajar. Adiós Mariana.

-¿Cómo sabes mi nombre?- mi pregunta fue únicamente porque quería alargar el dialogo

-Revisé tus documentos. Por cierto, eres la primera chica que se ve linda en su foto de carnet.

-Chao Peter. Y aclaro que chao no es lo mismo que adiós.

-Lo sé. Pero ninguna de las dos me viene bien contigo así que prefiero decir nos vemos pronto, y ojalá sea muy pronto.

Su comentario no tenía nada de insinuante pero aun así logró que me pusiera colorada como un tomate y lo extraño es que era la primera vez que me sucedía algo así con un hombre ya que para mi el sexo masculino era algo así como un “objeto” al que le puedes pedir lo que quieres solo a cambio de sexo. Como fuera, lo único bueno fue que él no logró verme porque después de lo dicho se fue de inmediato.

Continuara (L)