jueves, 21 de junio de 2012

Capitulo 34:

Hola Hola! Estoy aquí otra vez (8) Le pido un favorcito? Me dan link de todo lo que ha pasado con Laliter en los ultimos días, es que no tengo tiempo para ir buscando y buscando porque tengo que estudiar física!
Ahahah, mañana se estrena TENGO GANAS DE TI! <3 Pero, para mi tortura y la de mis amigos (habíamos hecho todos los planes) En Chile se estrena en Noviembre 77

Chauuuuuu ^^
Dios las bendiga :)


Capitulo 34:
La oración fue corta, pero suplicante y sincera. Con nada más que Fe en el cuerpo. Lo necesitaba tanto, tanto, que nunca en la vida pude haberme imaginado experimentar una sensación así. Lloré, si, pero no estaba arrepentida, al contrario, me sentía sin culpas y remordimientos, sin cargas, como si alguien, de la nada, se las hubiese llevado, dejándome nada más que la esperanza de comenzar algo nuevo.
Salí tambaleándome, la experiencia había sido tan fuerte y humeante que apenas lograba mantenerte en pie.
Comencé a caminar por inercia sujetándome con un brazo en lo que encontrara. Espere a que pasaran todos los autos, aunque vinieran a más de una cuadra aun, porque me sentía sin mucha noción del espacio. Pero antes de dignarme a dar el paso alguien me agarró con fuerza del hombro. Ok. Sabía que Dios existía, lo había vivido en carne propia, no necesitaba además que me tomara por el hombro... Imposible
-Me alegra que lo hayas hecho.
Susurró en mi oído, en un acto sensual, que ambos estábamos conscientes, no podía tener nada de amistoso.
Me di la vuelta esquivando su insinuación y lo miré fijamente, con el entrecejo fruncido
-Gracias- dije con voz firme- No vuelvas a hacer eso Peter.
-¿Por qué?
-Vas a casarte.
La respuesta le cayó como un balde de agua fría, y de pronto pareció arrepentido. ¿Acaso también sufría de amnesia?
Tragó saliva antes de hablar
-Mateo ha despertado. Ha vomitado unas dos veces ya, pero está despierto. Solo falta encontrar un donador de sangre. Pero lo trasmitirán en el noticiero de la tarde como prioridad.
-Sabía que iba a despertar- aseguré sonriendo con lagrimas en los ojos- He orado por él.
-¿Me iría al infierno si te beso estando comprometido?
Su pregunta hizo que por mi cuerpo recorriera una descarga poderosa, que terminó donde no debía y la sangre comenzó a subirme a la cara
Iba responder pero no se me ocurría nada. De todos modos, antes de poder hacerlo, mi celular comenzó a vibrar.
Poli, dije en voz baja al ver la pantalla. Maldita sea, siempre aparecía en malos momentos.
Peter miró la pantalla de mi X-Peria con desdén y luego agregó
-Habla en paz con tu novio. No demores mucho, alguien está ansioso por verte allá arriba. 
Pasó de mí y dio unos pasos, pero antes de cruzar la calle, se dio la vuelta y agregó
-Espero que ese chico te haga feliz.
No respondí porque no tenía ganas de explicarle a Peter que todo había sido un invento de Mateo y que yo le había seguido la corriente porque esperaba, que quizá aun pudiera causarle celos, cosa que, obviamente, era imposible. Además no tenía por qué  darle explicaciones a mi ex.
-¿Qué tal Poli?
-Lali... Me has dejado preocupado. ¿Qué pasó?
-Mateo, mi amigo, tuvo un accidente.
-¿Está bien?- preguntó con inquietud
-Si... Bueno, necesita varios litros de sangre pero...
-¿Qué grupo de sangre es?
-OH negativo.
-Tengo el mismo- dijo chispeante
-¿En serio?
-Si... Puedo donar al menos un poco.
Dios. Poli era de lo mejor que me pudiera estar pasando, después de todo debí haber considerado tratarlo mejor estos últimos meses. Fuera de ser insistente no cometía muchas otras faltas. Y poseía cualidades similares a las de Peter, en sus buenos tiempos, claro. Nada mal.
-Poli, eres increíble. En serio. No sabes cuando te lo agradezco.
-Creo que puedo pensar en unas buenas de agradecimiento luego.
Ok. Era un tanto pícaro pero en esas circunstancias eso daba igual
-Está en la Clínica Central. Poli... En serio, muchas, muchísimas gracias. Eres increíble.

Continuará  



domingo, 17 de junio de 2012

Capitulo 33:


Capitulo 33:

-Voy a ver como está saliendo todo. Además quede de llevar café para todos, deben estar esperándome.
Me paré rápidamente y caminé hasta la caja para pedir los café y sentí a Peter a mi espalda. Maldita sea, no era capaz de contener las lagrimas mucho más. Ya ni siquiera le dolía mi recuerdo. Mierda.
-Son mil quinientos- me dijo el chico quitándome de mis pensamientos
-Oh. Si. Disculpa.
Pagué y me di la vuelta con los tres envases en la mano
-Te ayudo.
-Yo puedo.
-Mariana... Por favor.
Quitó de mis manos dos de los tres vasos y me sonrió con burla.
-Eres incapaz de dejar lo creído.
-Claro. Como si pudiera llegar a impresionarte.
Bueno, al menos estaba equivocado y me gustaba que así fuera.
-No. No lo haces pero sigo detestándolo.
Caminamos hasta el pabellón y me senté al lado de los señores esperando noticias. Julieta había ido al baño y cuando llegó, me hizo a un lado de inmediato
-¿Has estado con Peter?- me preguntó aunque no estoy segura de si fue una pregunta o una afirmación
-Si. ¿Cómo está Mateo?
-Bien. Bueno, no. Pero lo estará. Vamos... Cuéntame.
-Nada. Solo me aseguró que Mateo iba a estar bien y dijo que no me preocupara. Ah...- tragué saliva-  Y me aclaró que ya no siente nada por mí.
Soltó una carcajada por primera vez en el día
-Lali... No seas tonta. Sabes que no es así. Es cosa de ver como te mira.
-Basta Julieta. Ahora lo importante es Mateo.
Nos sentamos nuevamente esperando alguna noticia. A los veinte minutos un doctor apartó a los padres de Mateo hasta una sala apartada y estuvieron hablando unos minutos que para todos, inclusive Peter, fueron eternos.
Los vi tan lívidos al volver que dude que fueran ellos al principio. Se sentaron en silencio y nadie hizo el intento por preguntar nada.
-Necesita muchos litros de sangre y es posible que al principio sufra una leve amnesia. Necesitamos alguien que pueda donar sangra con urgencia- dijo la madre entre sollozos al fin

Mierda. Mateo era negativo. Ninguno de nosotros podía hacerlo.

En frente a la clínica había una Iglesia. Ok. No era tan malo. Lo peor que podría pasar es que me partiera un rayo en cuanto entrara.  Pero en el fondo creía y quería creer que Dios, a pesar de todo, aun me escuchaba.
-Creo que iré a tomar aire un momento- mentí, porque en el fondo, el hecho de buscar a Dios era algo intimo y personal que no deseaba compartir.
-Yo te acompaño- sugirió Peter rápidamente
-No. Prefiero ir sola.
Creo que Peter entendió la intensidad de mis palabras porque asintió con la cabeza mientras una leve, casi imperceptible sonrisa aparecía en su rostro.
Caminé lentamente hacia la salida de la clínica, a paso lento, inseguro, y en cuanto me hallé fuera de ella y sentí el suave y refrescante viento azotar mi cabello entendí que después de todo, era imposible que Dios deseara que no fuera feliz.  Que más bien era yo, la que de alguna forma alejaba siempre la felicidad.

Continuara ^^

Capitulo 32:

Hola :( El puto internet se digno a conectar. Chicas, tengo una mala noticia, lo que sucede es que la antena wi-fi que tengo en casa se desvía porque hay mucho viento y lluvia donde yo vivo en invierno, y en Chile, las lluvias acaban como en Agosto, y hasta entonces, el Internet funcionara así. Gracias por las lectoras que se unieron pero tambien he perdido muchas, por esto de no poder subir y avisar en twitter :( Bueno, la cosa es que voy a tratar de subir los maximos capitulos posibles cuando tenga internet para ya acabar luego la nove, y, aunque ya estoy en el capi 10. de una nueva, no creo que pueda subirla hasta primavera. Eso. Gracias por todo ^^ Me encantan sus firmas. Espero que las lectoras que me seguian desde la 1º nove vuelvan! Dios las bendiga hoy y siempre <3 Javi ^^
Mi twitter es: JaviCP_laliter


Capitulo 32:

Vacilé al escuchar su voz, casi en un susurro, tan cerca de mi e hice un intento por pararme de buena forma pero antes de siquiera disponerme a hacerlo vi su mano tendida a mi lado, ofreciéndome ayuda. No iba a rechazarla, no ahora, en ese momento. Sentí nuevamente el calor de su cuerpo en cuanto sus dedos rozaron los míos. Apretó su mano con fuerza para sostenerme y se me puso la piel de gallina. Me paré rápidamente y cuando iba a soltar su mano me di cuenta que él ya lo había hecho. Miré a Paula, que nos esperaba para salir de la sala y me apuré.
-Gracias.
Pasé por su lado y salí sola, a unos pasos de Cristóbal y Nicolás que debatían sobre algo y, en un intento precavido, miré de reojo por sobre el hombro a Peter y Paula, que venían juntos pero separados unos cuantos pasos atrás.
El tiempo que pasamos en pabellón fue aun más infernal. Tuvimos que esperar en el pasillo porque no se nos permitía entrar al quirófano y me pareció que nadie tenía idea de lo que realmente le pasaba a Mateo. El doctor nos informó que, según el ultimo escáner, su columna no tenía mayores problemas, y que, después de algunas sesiones con un buen kinesiólogo el problema estaría solucionado pero no así lo otro.
A eso de las una Paula y Peter se fueron acompañados de Cristóbal y Nicolás que volverían más tarde.
Julieta ya no lloraba pero se comía las uñas y el Sr. Rudolphy se dedicaba a consolar a la señora que parecía seguir en estado de shock.
Debíamos esperar por lo menos unas dos horas más antes de tener respuesta así que decidí ir al casino a buscar café para todos.
Cuando llegué y vi a gente, angustiada, comiendo sin ganas, me dio la impresión de que llevaba días en ese lugar. Pedí un café y un sándwich mas por pedirlo que por hambre y en cuanto me hube sentado, sin siquiera darme cuenta de donde o como apareció estaba sentado a mi lado
-Así que sigues siendo la fuerte de la historia.
Lo miré desentendida y sin responder, le di un mordisco al sándwich
-Alguien tiene que serlo- dije al fin
-Siempre lo terminas siendo tú.
Llevaba el nudo de su corbata suelto y se veía tan extremadamente lindo que dudé que, no hace mucho tiempo hubiese estado con una chica como yo.
-Se supone que te habías ido.
-Se suponen muchas cosas en esta vida.
Me quede en silencio nuevamente intentando descifrar que quería. Claramente había dejado a Paula en algún lado con cualquier excusa pero ¿había sido por volver a mí? ¿O simplemente quería estar al tanto de Mateo? Y si era por mí, ¿Por qué? ¿Por qué ahora?
-Mateo va a estar bien- afirmé quedando mi vista en un punto fijo.
Sentí su mirada clavada en mí y supuse que sentía repugnancia
-Si. Va a estar bien.
Rasqué mi nariz con un movimiento brusco y froté nerviosamente mi frente con mi mano derecha.
-Claramente contigo no se puede- comentó Peter de pronto
-¿No se puede qué?
-Nada. Es solo que... Si quieres llorar...
-No lo haré.
-Mariana, todo andará bien.
Quise decirle que me dijera Lali por una vez y espere escuchar el Confía en mi que no llegó
-¿Quieres que me vaya?- preguntó al ver que yo seguía en silencio
-Quiero saber porque te fuiste todo este tiempo.
-No me fui. Siempre seguí viviendo en la ciudad.
No insistí en preguntarle nuevamente lo mismo porque sabía que volvería a esquivar la pregunta y no estaba de ánimo para eso
-¿Dónde esta Paula?
-Fue a casa. Estaba cansada. Hemos pasado toda la noche en vela, después de todo Mateo venía de mi departamento cuando tuvo el accidente.
-¿Por qué no te fuiste con ella?
-Pues... Supuse que quizá alguien aquí podría necesitarme- respondió titubeando
Yo. Era yo la única que podría necesitarlo. Incluso más que Mateo, que era el accidentado.
-¿Ya te aburriste de ser el odioso?
-Tengo mis razones de ser- su tono volvió a ser imponente- Y si quieres llamarlo así no, no me aburrí pero las circunstancias no están para estupideces.
Al menos admitía que su comportamiento era estúpido.
-¿Por qué volviste justo ahora?
-Ya te lo dije. Nunca me fui. Y no volví, nos encontramos.
-Sabes a lo que me refiero- dije con voz firme.
-Está bien.  Pues... En este año no tuve en ningún momento la seguridad de haberte superado. No sabía que iba a hacer si llegaba a verte. Si correr lejos o agarrarte y no soltarte más. Las cosas en mi cabeza andaban mal.
-¿Y ahora ya marchan bien?
-Si- dijo con seguridad- Te he superado, soy feliz y voy a casarme con una buena mujer. Puedo mirarte y... no sentir absolutamente, como si nunca hubiese pasado lo que pasó entre nosotros.

Continuará ^^


sábado, 9 de junio de 2012

Capitulo 30:

Dejo rapidin! Ahaah, se que ya la recomendé una vez pero por si todavía no leen la nove de Juli <3, ESTA IMPERDIBLE! Mori con estos ultimos capitulos http://lovexlaliypeter.blogspot.com/
Eso.- Gracias. Ahahah, y la nove de Faty, la empece a leer hace poco y me encanta. http://nohaytalcrisisnovelas.blogspot.com/


Capitulo 31:

-¿Dónde está?- pregunté entrecerrando los ojos
-En la Clínica Central... ¿Lali, estás ahí?
-Ss... Si. Aquí estoy. Voy para allá.
Corté apenas e intenté poner mi mente en blanco. Caminé hacia las escaleras y cuando iba pasando por el salón escuché que el profesor, que iba llegando, me preguntó si iba a entrar pero negué con un movimiento de cabeza brusco y seguí caminando.
El puto tráfico me detuvo más de quince minutos en San Martín mientras el sol asechaba contra mi ventana. Mi bocina llegó a rechinar de tanto pitear y varios de los conductores se alteraron. Estuve a punto de bajarme y seguir caminando pero aun quedaban más de diez cuadras y convine en que no valía la pena.
Entré a la clínica y le pregunté a la recepcionista por Mateo Rudolphy y me dijo que el paciente se hallaba en el sexto piso, en la sesión de terapia intensiva y que estaban a punto de pasarlo a pabellón. Quise decirle que no necesitaba tanta información pero con la desesperación solo atiné a ubicar con la mirada el ascensor y correr hasta él. Intenté no imaginar nada malo mientras subía temiendo estallar en llanto pero se me hacía demasiado imposible dejar la mente en blanco. Un doctor me preguntó a que piso iba y le indiqué que al sexto. Me sonrió amablemente y pulsó el botón
-¿Vas al pabellón uno o dos?
No entendí la pregunta
-Al piso dos- Repetí
-Si. ¿Pero a que pabellón?- notó mi desentendimiento y me explicó- Cuando bajes, a la derecha está el pabellón uno, de azul, es la sección de ginecología, a la izquierda está el pabellón  dos pintado de amarillo. Das la vuelta y caminas un poco. Hay una puerta de prevención. Está la sección de terapia intensiva allí.
Asentí lentamente y supuse que pensaba que iba a ginecología. Las puertas se abrieron.
Seguí las indicaciones del doctor y en cuanto crucé la puerta de advertencia vi gentes por allá y por acá. Doctores corriendo, personas llorando, caminando de un lado para otro, discutiendo. Pregunté a un guardia donde podía ubicar a un paciente y me guio hasta una oficina donde se encontraba una señora de cabello rojizo.
-La señorita busca a un paciente- le dijo el guardia
-¿Nombre?
-Mateo... Mateo Rudolphy.
-Hm...- Buscó en el computador- Está en la sala ocho, al fondo. En unos minutos van a pasarlo a  pabellón.
-¿Por qué a pabellón?- pregunté de pronto
La señora me miró con lastima y volviendo la vista a sus archivos me dijo
-Algo anda mal con su columna.
Caminé lentamente hasta la sala pidiendo, en cada paso, no encontrarme con algo tan malo.
Entré y allí estaba, postrado en una camilla, habían varias personas a su alrededor pero solo me fijé en él. Su cara no se veía mucho. Llevaba puesta una mascarilla de aire artificial, sus ojos cerrados, la pera cubierta por un parche, y el cuerpo tapado por una sabana blanca, exceptuando los brazos, que estaban descubiertos y el derecho llevaba puesto una mariposa con varias inyecciones a la vista.
Me acerqué a él lentamente y  acaricié su mollerita con delicadeza. Mateo era técnicamente mi familia. Lo más cercano que tenía.
-¿Qué le pasó?- pregunté tragando saliva.
A su lado estaba una enfermera y un  poco más allá estaba Julieta, con los ojos hinchados y caminando de un lado a otro, sus padres, sentados e inmovibles, como muertos, dos de sus amigos y... Peter y Paula.
La enfermera me dijo que era conveniente que le preguntara a la visita y se fue. Me acerqué tambaleante y me pregunté como habían dejado pasar tanta visita y por qué le habían otorgado un cuarto  que parecía, en vez de eso, una habitación de hotel lujurioso. Claro. El dinero lo solucionaba todo. Ah. Y aunque fuera lo menos importante en ese momento ¿Qué hacían Peter y Paula ahí?
Saludé a Julieta con un abrazo y nuevamente rompió en llanto. De alguna forma yo siempre terminaba siendo la que la consolaba, aunque a veces, ella tratara de convencerme de que todos necesitábamos un poco de consuelo, incluso yo.
No me atreví a preguntarle que había pasado así que me dirigí a saludar a los padres y a Cristóbal y Nicolás, sin mover la vista siquiera hacia Peter y Paula, que se encontraban en el otro extremo
-¿Qué le pasó?- pregunté con voz firme por primera vez en el día
-Anoche... Fue a buscar la chaqueta que se le había quedado en la casa de Peter y cuando iba de vuelto lo chocaron. No sabemos nada Lali. Tiene fracturas en las costillas y algo ha pasado con su columna. Lo ingresaran a pabellón ahora porque dicen que algo se le ha reventado en el interior. No entiendo nada Lali... Solo quiero que mi hijo este bien- dijo casi en un susurro Marta, la mamá de Mateo
Fui a ubicarme nuevamente a su lado y me puse en cuclillas. Le tararee Sexo, de  Los Prisioneros, porque según el la canción era nuestro lema. Estaba mal. Quizá incluso peor de lo que los demás pudieran imaginar. Lo sabía. Escondí mi cabeza al lado de su brazo y me quede acariciando su dedo índice por unos segundos.
-Mariana...- Escuché la voz de Peter, que por primera vez me sonaba suave en mucho tiempo mientras me daba golpecitos en el hombro- Van a llevarlo a pabellón. Vamos.

Continuara (L) 


viernes, 8 de junio de 2012

Capitulo 30:

Holoo m3! Les dejo un ultimo capi por hoy! :)
Se que están odiando a Peter pero bueno... Les cuento? Aun no termino de escribir esta nove, todavía me faltan unos diez capis decisivos, yo creo que va a quedar como de unos cincuenta o sesenta y tantos, pero ya tengo la idea para la siguiente (Si es que quieren que suba otra, claro) y nada, la voy a empezar a escribir :)


Capitulo 30:

Subí a mi departamento unos quince minutos después. Me apegué al rincón del ascensor mientras me divisaba en los espejos y sentí mi celular sonar. Sabía que era Poli así que no iba a contestar. Las pocas ganas que tenía de ir se habían desvanecido con el encuentro en el estacionamiento. Abrí la puerta  lentamente y tiré mi bolso sobre el sofá. No iba a darle más vueltas, lo había estado haciendo durante un año y seguía donde mismo así que claramente esa no era la solución. Encargué una pizza XL y mientras me serví un postre de chocolate con leche condensada que había en mi refri. Había comprado algunos cuadros en el mall la semana pasada y aun no los ubicaba así que me dediqué a hacer eso.  La dichosa pizza llegó cuarenta minutos después con un adorno de regalo. Pensé en llamar a Mateo nuevamente pero descarté la idea, era mi amigo, no un terapeuta.
Di un salto cuando escuché el ring de mi teléfono. Me había quedado dormida en el sofá con un trozo de pizza a medio comer sobre mi pecho y algo de café frio sobre la mesa. Aun estaba oscuro así que no debían ser más de las seis. Partí a contestar pero antes de  hacerlo colgaron. Si no hubiese tenido el sueño que tenía en aquel momento hubiese intentado llamar de vuelta pero me convencí fácilmente de que no era importante y convine en desconectar el teléfono. Seguí durmiendo un rato hasta que un rayo de luz me dio en el ojo ¡Maldita sea! No podía dormir ni un minuto en paz.
Lunes otra vez, rutina nuevamente. Fui a bañarme y cuando salí vi dos llamadas perdidas de Julieta. Seguramente iba a pasar a recogerme para ir juntas a la U. porque aunque la de ella quedaba a unas cuadras de la mía, necesitábamos conversar. Desayuné tostadas con leche de chocolate y antes de ir a colocarme una bufanda llamé a Julieta. No contestó.  Daba igual. Podría llamarla después de clases para almorzar juntas.
Mi primera clase empezaba a las diez y llegué un poco antes así que aproveché para ir al casino a comprarme un M&M y al darme la vuelta, después de pagar, me encontré con Poli
-Estuvimos esperándote ayer- dijo a la vez que me saludaba con un beso en la mejilla
-Si, yo... Tuve que hacer.
-¿Te había mencionado lo exquisito que es tu perfume?
Técnicas de cazador. Excelente. Lo único que me faltaba.
-No creo ser la primera que usa Agatha Ruiz de la Prada- le dije en respuesta 
-No. Pero si la primera a la que le queda tan bien. ¿Beso, no es cierto?
Y sabía de perfumes.
-Beso- dije asintiendo
-¿Vas a clases?
No. Voy a cagar.
-Si.
-¿Te molesta si te hago compañía?
¿Me molestaba? No, en realidad podía mirarlo de reojo sin problema de vez en cuando.
-En absoluto.
Caminamos hasta el salón y antes de entrar recibì otro llamado de Julieta
-Es una amiga- le dije haciéndome a un lado- Ya entro.
Me acerqué a un  ventanal que me daba con la vista de uno de los patios de la Universidad y contesté
-Juli, Hola.
-Lali. Al fin ¿Por qué carajo no contestas tu puto teléfono?
Oh. Quizá debí haber contestado la noche anterior.
-Cálmate. ¿Qué pasó?
-Mateo...
¿Mateo? ¿Qué la había pasado a Mateo?... ¿Habían terminado? No... Algo peor
-¿Qué pasa con él?- pregunté temiendo la respuesta
-Tuvo un accidente Lali. Está en la UTI. Grave.

Continuará J 

Capitulo 29:

Hola! Estoy con unos amigos en casa asi que dejo rapidito. Ayer no deje porque tenia mucho que estudiar. Ahahah, gracias a una chica anonima que me dijo que faltaba el cap. 27! Si, se me paso, pero ahora se los dejo antes del 29 para que entiendan mejor :) Besos ^^


Capitulo 27:

Mateo me había hablado sobre los cambios de Peter en este tiempo pero se me hacía imposible que se hubiese convertido en el tipo de hombre que ambos aborrecíamos. Salí del baño después de unos minutos y me di cuenta de que en la mesa estaba solo él. “Oh, si, lo que me faltaba, un poco más de temblor en mis piernas y me van a confundir con una muñeca de trapo”.  
-¿Dónde está Mateo?- le pregunté tomando asiento
-Le está ayudando a Paula a servir el postre.
-Me gusta Paula.
Me miró con un dote de incredulidad y luego bajó la vista
-¿Aunque te haya cambiado por ella?
-¿En serio? Me pareció que terminamos porque me pillaste en la cama con otro.
Su mirada cambió inmediatamente y casi al mismo tiempo me arrepentí del comentario. No quería que Peter pensara que seguía siendo la pendeja de siempre.
-Lo nuestro no hubiese resultado Lali.
Ya lo sabía. E incluso se lo había advertido muchas veces. Pero nunca pensé que me fuera a doler tanto escucharlo de su boca.
-Ya lo sé.  
Paula llegó enseguida con postres tres leches y una crema de agregue italiana que para más remate había preparado ella misma y mientras comíamos recibì una llamada de Poli, un compañero de la universidad
-Necesito contestar. Disculpen.
Tomé el teléfono y fui hasta el living para atender. Mis manos seguían temblando.
-¿Bueno?
-Hola Lali.
-¿Qué tal Poli?
-Bien gracias. Oye, te llamaba para invitarte a una previa hoy en la casa de Agus. Mañana entramos tarde así que no hay problema.
-Eh... Pues lo pensaré. Tengo algunas cosas que hacer pero creo que puedo posponerlas.
-Lali... Intenta venir. Quiero verte.
Nos despedimos y corté.
El resto del mayor almuerzo pasó sin mayores repercusiones, Mateo me dijo que mientras yo hablaba con Poli, Peter le había preguntado si ese era mi dichoso “saliente” y el muy idiota con la intención de que este se enfureciera le dijo que si. Le ayudé a Paula a levantar la mesa mientras Peter y Mateo veían algo en CDF Premium, luego, Paula que parecía venir de la alta alcurnia me invitó a tomar té y yo tuve que aceptar porque el idiota de Mateo no quería despegarse del televisor. Estuvimos hablando un rato y me sorprendió cuando en medio de un tema cualquiera que estábamos tocando Paula me soltó
-Lamento que entre tú y Peter las cosas hayan terminado tan mal.  No me ha contado que pasó pero cuando lo conocí estaba hecho un ser lleno de rabia y odio. Me parece increíble y no creo, por ningún motivo que tú le hayas hecho algo pero no logro entender como si estaba tan enamorado de ti, o al menos eso dicen todos, las cosas pudieron acabar tan mal.
Me quedé literalmente  pasmada, ¿Paula estaba al tanto de que la relación que habíamos mantenido Peter y yo y aun así se comportaba tan amable conmigo? ¿Qué le había dicho específicamente Peter sobre mí? ¿Estaba tan despechado cuando terminamos que  le contó a todo el mundo sobre mi adicción a las drogas y mi penosa historia o se había quedado callado?

Ese era el 27, ahora dejo el 29 :D  



Capitulo 29:

-Vete de aquí Peter.
No sé si mi voz sonó racional o se quebró, ni siquiera puedo decir si seguí respirando después de su propuesta. Me picaba la nariz y me vi obligada a entrecerrar los ojos, es lo único que recuerdo. No podía ser posible que Peter me estuviera pidiendo sexo. ¿Acaso no era el mismo el que prefería nombrarlo amor? ¿Hace cuantos años o en cual de mis sueños había ocurrido eso para que no fuera capaz de recordarlo?  Mateo decía siempre que el sexo de despedida era recomendable y creo que un microsegundo, en un cierto momento llegué a considerarlo.
-Vamos Mariana, traigo algo que puede gustarte- extrajo algo sigilosamente de su bolsillo, era imposible. ¿Por qué me hacía esto?
-Vete de aquí Peter yo...
-Vamos. Sexo y droga, ¿Qué más podrías pedir?
-Soy capaz de llamar a Paula.
-No tienes las agallas.
-Las tengo Peter. Hace mucho que no soy la drogadicta a la que seducías con cuentos infantiles.
-Que bien. Porque yo hace mucho que no soy el enamoradizo que daba la vida por ti.
-Déjame en paz Peter. No quiero volver a verte.
-Claro- se miró a lo pies y luego volvió a verme mordiéndose el labio- ¿Recuerdas cuando te vi tirada como una puta en ese departamento con David y te dije lo mismo?
-Yo te expliqué como sucedieron las cosas.
-Di mi vida por ti Lali. No hay explicación que valga.
-Solo fueron ocho meses- murmuré- No puedes haberme entregado tu vida en tan poco...
-Lo hice. Y lo sabes. Vine aquí solo por una despedida Lali. Si no voy a obtener sexo me voy.
Estuve a punto de pedirle que no se fuera. ¿En que momento de mi vida me había convertido en el tipo de chica arrogante que detestaba? Iba a ROGARLE a un hombre. Por Dios. ¿Y en qué momento él se había convertido en  el idiota que era? Solo había sido un año, no pudieron haber pasado tantas cosas.
-Pues me sorprende considerando que ha pasado un año y ya estás a punto de casarte.
-Ese es otro tema. A Paula la conozco desde siempre y me consoló cuando terminamos.
-Me imagino perfectamente como te consoló- le dije con tono sarcástico
-Si. ¿Así y que? Es linda, de buena familia y me gusta como funciona en la cama ¿Se necesita algo más?
-¿Que tal un poco de inteligencia, sentido del humor o seguridad?- el tono de mi voz no cambió
­-Hace mucho que no espero esas cosas como extra.  He madurado.
-Que forma de madurar.
-¿Tendrás sexo conmigo si o no Mariana?
-No quiero volver a verte Peter. Nunca más.
Sonrió con malicia y comenzó a caminar con dureza. Cada uno de sus pasos haciendo eco en el estacionamiento me paralizaban el corazón y en más de un segundo pensé en ir a buscarlo. Miré mi auto y supe que mi única salvación era Mateo una vez más. Que haría sin Mateo Dios mio. Que podría hacer sin él.

Continuará.  
Quiza en un rato suba otroooooooooooooo! 

miércoles, 6 de junio de 2012

Capitulo 28:

Hola! Les cuento, mi internet volvió pero como la antena esta desviada se demora como 30 min. en abrir una pagina y después se queda pegada pffff Lo se, un desastre. Pero bueno, aquí estoy, Ahah, otra cosa, el maldito no me abre twitter y no puedo avisar a las lectoras, alguna me harìa el favorcito de avisar por mi? Porfis desde su tw? Solo tienen que entrar al mio y ver a quienes yo etiquetaba y luego ustedes copian al link del capi y LISTO! Bueno, eso, si alguna lo pudiera hacer seria genial :)
Cuidense. Dios las bendiga ^^

PD: Ahahah, a la lectora anónima que se sumo a la nove ME ALEGRA QUE TE GUSTE! Deja tu nombre para identificarte :) Y a la anónima (no se si es la misma) que quiere que le envíe la otra OBVIO QUE PUEDO pero cuando se arregle el internet porque ya ves como anda ahora.- ^^


Capitulo 28:

-Lo de Peter y yo terminó hace mucho- le dije y ella, al notar que no tenía intención de seguir hablando del tema comenzó a hablar de moda y otras cosas insignificantes que ni siquiera entendí.
Paula era ideal, demasiado ideal quizá. Me parecía que pertenecía al siglo XVIII por su manera de hablar y pensar. Según ella las mujeres estaban destinadas a casarse y ser buenas esposas. Aunque eso, por lo menos, no le privaba una buena educación y un titulo universitario. Esa era al parecer su única y prioritaria obligación.
Con Mateo nos fuimos a eso de las cuatro y no se quedó en casa exclusivamente porque quería tener su departamento en orden para cuando llegara Julieta.
Abrí la puerta maquinalmente y en cuanto la hube cerrado me lancé sobre el refrigerador a buscar un helado de chocolate. No quitaba las penas como todos decían exactamente pero al menos te daba algo de placer y felicidad. No tenía nada que hacer con respecto a Peter excepto resignarme. Él, en un puto año ya había resuelto su vida, iba a casarse, a hacer feliz a sus padres y seguramente tendría niños pronto. Y yo, seguía donde mismo, sin el peso de ser una adicta y sucia prostituta pero con el mismo dolor, la misma ansiedad y la misma espina clavada. Cuando estaba con Peter me preguntaba que haría sin él y lo había descubierto. Seguía viviendo, respirando y manteniéndome en pie. Pero sin razón. Y no me refiero solamente a Peter sino a todo lo que fui a su lado. Si mi vida hubiese seguido tan bien, hubiese logrado salir con otro chico y entregarme nuevamente a alguien quizá las cosas no se me plantearían así pero por alguna razón solo Peter, solo y exclusivamente él podía hacerme ceder, actuar, sentir.
No tenía ninguna gana de ir a lo de Poli pero me parecía que no daba rechazarlo. Él estudiaba terapia ocupacional así que compartíamos varias clases. Era joven, independiente, inteligente, simpático y apuesto. Quien sabe, quizá después de todo Mateo tenía razón y necesitaba intentar estar con alguien para ver al menos, si las heridas ya habían cicatrizado.
Seguía usando el mismo champú de Coco que a Peter tanto le gustaba y hasta el mismo jabón. Llamé a Claudia, la terapeuta con la que me había tratado y le pregunté si ya estaba lista para volver al mundo mundano y aunque no pareció muy contenta dijo que era necesario que rehiciera mi vida del todo y siempre que compartiera con otro tipo de gente, en un ambiente tranquilo no deberían haber mayores problemas. De todas formas me comí un trozo de chocolate antes de salir. Resulta que el chocolate te da tanto placer que luego no necesitas otro tipo de estimulante como droga e incluso sexo así que procuraba llevar en cada momento de tentación una barrita de Tobleroine, que era mi favorito.
Bajé al estacionamiento  tarareando Nada nuevo bajo el sol de Los Bunkers cuando, al doblar al C4, que era el sector donde estaba el Volkswagen negro que había comprado hace poco divisé a un hombre sobre costado sobre este. Llevaba terno y nuevamente me sentí inferior porque iba con un jeans y una polera de Metallica acompañado de un polerón abierto gris pero, para evitar ponerme colorada intenté convencerme de que era una alucinación. El problema fue que cuando estaba a dos metros me vi obligada a desechar esta idea. Quise darme la vuelta pero hubiese sido estúpido. <<No es tan grave Lali, no es tan grave. Solo no olvides respirar>>.
Seguí caminando como si nada y traté de contener la respiración para que mi pulso no se acelerara lo suficiente, ¿Qué iba a decirle?... Aunque era posible que no supiera que era mi auto y estuviera ahí por casualidad esperando a un amigo o qué se yo. No, el karma simplemente tenía algo contra mí. Maldito, maldito karma.
Llegué hasta el auto y apenas le dirigí una mirada de asombro. Tomé la llave de la forma más natural posible y traté de introducirla de forma correcta. Sentí su mirada clavada en mí y mis piernas comenzaron a debilitarse. Iba a desmayarme, no, iba a vomitar.
-Estás sobre mi auto- le dije con tono fingidamente casual
-Ya lo sé.
-Voy saliendo.
-Ya lo sé.
-No tengo problema en atropellarte Peter.
-Ya lo sé.
Genial. De pronto lo único que sabía decir era “Ya lo sé”.
-¿Qué estás haciendo aquí?
-Rehíce mi vida Lali. Estoy enamorado de Paula. Muy enamorado. Vamos a casarnos. Tendré mi propia empresa, fruto de mi sacrificio, me independizaré. Seré feliz.
¿De verdad creía que me importaba saber de su súper perfecta vida?
-¿Pero...?
-Quiero una despedida. Ya sabes, sexo y adiós.

Continuará.
Lo sé. Del Peter perfecto al odioso.

domingo, 3 de junio de 2012

Capitulo 26:

Hola Hola! Adivinen, desperte con INTERNET! juju les dejo capi. Esperemos que no se desvié la antena con el mal tiempo :)


Capitulo 26:

Y si, el dichoso domingo llegó y el solo hecho de saber que iba a almorzar con Peter y su novia me hizo despertar a las seis de la mañana. Fui a trotar una hora (el psicólogo me había recomendado ocupar el tiempo de ocio haciendo ejercicios para no recordar a cada minuto las drogas) y en el parque me encontré con Juan Pablo. 
-Lali... Tanto tiempo- me saludó con un choque de mano ubicándose a mi lado
-Hola Juan Pablo. ¿Vienes a trotar también?
-Me lo recomendó el psicólogo... Ya sabes, para la rehabilitación.
Solté una carcajada
-Estamos en las mismas.
Seguimos trotando en silencio y me di cuenta de que Juampa estaba meditando sobre preguntarme algo o no
-Suéltala- le dije sin más
-Ah... Pues, quería saber si David ha vuelto a molestarte.
-David. Creo que después de todo consiguió lo que quería. Peter y yo terminamos.
-He sabido que sigue en la droga- comentó Juan Pablo
-No lo dudo.
-Sobre lo de Peter, Lali... Siento que en parte fue mi culpa.
-Da igual. Las cosas se dieron. Nadie planificó nada.
-Pero yo lo invité a mi fiesta a cambio de droga. Y te equivocas. Creo que David y sus amigotes lo planearon todo desde el principio.
-No lo sé. Aun me parece increíble que no me haya dado cuenta que a mi jugo le habían echado cocaína.
-¿En serio? Pues a mí viniendo de David nada me sorprende.
-Como sea, creo que de todas formas Peter no me creyó porque al encontrarme en la cama con David vio una forma rápida, simple y sin culpas de terminar conmigo.
Seguimos trotando una media hora más y luego Juan Pablo se fue. Me duché, desayuné, hice aseo y sin darme cuenta al rato Mateo ya estaba en la puerta de mi departamento esperándome para ir donde Peter.
Nos subimos al auto en silencio y durante el trayecto tampoco hablamos mucho. Puse a The Pixies pensando que así podría relajarme un poco pero aun así seguía tensa. Nos bajamos y mientras subíamos me pareció que lo mejor que podría pasarme era que el ascensor se quedara atascado pero no sucedió y las puertas se abrieron lentamente esperando que saliéramos.  
Me aferré al brazo de Mateo porque apenas era incapaz de mantener el equilibrio. Llevaba casi un año sin ver a Peter Lanzani y estaba segura de que solo me faltaban un par de meses para superarlo, pero no, tenía que encontrármelo cuando seguía loca y completamente enamorada de él.
Peter fue a abrir y nos saludó de igual forma a los dos y nos invitó a pasar con toda naturalidad mientras yo aun seguía pasmada por el fugaz contacto de su mejilla con la mía. Paula Recca, su flamante futura esposa estaba terminando de cocinar y mientras aliñaba las ensaladas nos hablaba con toda naturalidad a Peter y a mí. Guardaba la ilusión de que fuera antipática, superficial y hueca pero resultó ser totalmente simpática y hasta inteligente. Hasta tal punto que logramos hablar de política. Si Peter había logrado estar realmente enamorado de mi era imposible que no estuviera locamente perdido por ella.
Nos sentamos y Paula comenzó con un interrogatorio hacia Mateo que supuse, iba a terminar conmigo. Y así fue, después de preguntarle a Mateo por sus estudios, gustos, padres y Julieta vine yo.
-¿Y tú Lali, supongo que siendo tan linda debes tener pareja o me equivoco?
No pude evitar desviar mi vista a Peter al oír su pregunta.
-Si. Estoy saliendo con alguien pero nada serio.
Era mentira pero no quería que Peter pensara que aun  no los superaba. O, en realidad, quería que pensara que ya no lo necesitaba.
-A Lali no le gustan las cosas serias- añadió Mateo con una sonrisa
-Quizá se deba a que no puede mantener una relación seria.
La intervención de Peter nos sorprendió a todos, sobre todo a Paula, que pensaba que Peter y yo apenas nos conocíamos.
-Déjala Peter. ¿Te consideras feminista Lali?
-Creo que solo liberal.
-Demasiado liberal- intervino Peter.
Era la segunda vez, no estaba segura de soportar una tercera.
-No me dijiste qué estudiabas Lali.
-Voy en tercer año de sicología- respondí
-Por lo que he sabido Lali toma siempre las mejores decisiones y nunca tiene problemas así que decide ocuparse de los demás.
Era el colmo. Todos nos dábamos cuenta de su odiosa actitud y llegué a sentir pena por Paula.
-Permiso. Creo que necesito el baño.
-Está al fondo a la derecha.
Sabía perfectamente donde estaba maldita sea.
-Gracias.

Continuará ^^                       
 Mas ratito si es que puedo subo otro :) Se les quiere ^^